Evolución humana y el "eslabón perdido"
Como vimos en el apartado anterior, el origen de la vida en la
Tierra podría ser intrínsecamente terrestre o de origen extraterrestre a través
de panspermia natural o inducida.
Ahora vamos a concentrarnos
en una hipótesis interesante que afirma que la evolución biológica se dio de
forma natural para todas las especies terrestres excepto la humana.
En esta teoría no se cuestiona si la vida se originó para las demás
especies a partir de la llegada de moléculas simples del espacio exterior o por
auto generación del planeta Tierra, sino que se centra exclusivamente en la
duda de nuestro origen humano y su evolución.
Para que vean de donde surge esta teoría es prioritario analizar
las inconsistencias que se desprenden de la vieja concepción sobre la evolución
humana. Como bióloga puedo detallar algunas que me resultan más que
interesantes y sugestivas.
El principal dilema de la famosa teoría de la evolución de Darwin
son los llamados “eslabones perdidos”. Pero para comprender este tema antes
debemos diferenciar dos conceptos evolutivos diferentes, ellos son el
“gradualismo” y el “equilibrio interrumpido”.
A ver si me siguen el hilo de la historia, es muy interesante. En
el “gradualismo” los cambios evolutivos son muy lentos, como dice la teoría;
graduales. Se debería observar claramente la transición de una especie hacia
otra más evolucionada, con registros fósiles de organismos intermedios que
evidencien este proceso.
Por el contrario, en el “equilibrio puntuado”, también conocido
como “equilibrio interrumpido”, durante un largo tiempo una especie irá
sufriendo cambios poco perceptibles producto de una especialización inducida
por el medio ambiente que la rodea hasta que de golpe, de forma brusca, aparece
una especie totalmente transformada y nueva, sino es que desaparece además por
completo la forma anterior.
El “gradualismo” se defiende diciendo que la falta de formas
intermedias en el registro fósil se debe a imperfecciones en la búsqueda de
estos organismos. Mientras que los que defienden la teoría del “equilibrio
interrumpido” afirman nunca se van a encontrar esos eslabones intermedios
porque directamente no existen en el registro fósil, debido a que esos saltos
evolutivos ocurrieron en poblaciones muy reducidas, localizadas en pequeñas
áreas, por lo que los especímenes de transición se perdieron irremediablemente.
En la teoría de Darwin siempre faltaron las formas de transición
entre organismos unicelulares a multicelulares, entre muchos reptiles a
mamíferos, siendo la mayor incógnita la transición de los simios al hombre.
Debido a este motivo es que ahora una nueva teoría sugiere que el humano fue implantado
en este planeta, o que fue hibridizado en laboratorio a partir de simios
modificados geneticamente para desarrollar una especie más evolucionada a la
fuerza.
De ser así, no se encontraría nunca ese famoso “eslabón perdido”
que tanto se ha buscado, apoyándose esta teoría en el equilibrio interrumpido,
con la diferencia de que el salto evolutivo aquí no sería natural sino
inducido. Espero hayan comprendido la diferencia.
Ya que estamos en el tema de los saltos evolutivos inesperados les
comento que otra rareza de nuestra naturaleza es que estos cambios a veces se
dieron al unisono en poblaciones de una misma especie muy alejadas entre si,
separadas por barreras geográficas que imposibilitaban comunicación física
alguna.
Esto generó siempre la interrogante a evolucionistas y biólogos
sobre cómo podía ocurrir sino había forma de interrelación o comunicación
directa.
De aquí deriva la idea de la “conciencia biológica colectiva” que
sugiere que cuando un grupo grande de individuos de una misma especie sufre
importantes cambios y se llega a una masa crítica, esta nueva información de
alguna forma altera al resto de los organismos de esa misma especie
independientemente de su ubicación geográfica.
Sería esto una evidencia de la existencia de una red de conciencias
interconectadas, que haría innecesario el contacto físico reproductivo en base
a la genética para transmitir esa nueva información a la próxima generación.
El médico, investigador y filósofo Depack Chopra lo describe muy
bien en su libro "sincrodestino". Allí hace referencia a las actuales
teorias sobre campos cuánticos, sugiriendo un salto de un estado a otro de
evolución debido a la llamada inteligencia no circunscrita. El ambito cuántico
se mueve a través de información en forma de energía. Aquí podemos hablar de
una intención inconsciente en cada especie que desea evolucionar.
Se trata del potencial que puede tener una especie que aspira a
mejorar sus habilidades. Por ejemplo, cuando los reptiles imaginaron a través
de ese campo cuántico el poder volar, esto sucedió. Aquí hablamos de evolución
a través de un equilibrio interrumpido por saltos cuánticos, y es la última
teoría en boga.
Resulta este un tema fascinante y que hasta se puede extrapolar a
muchos misterios de la civilización humana. Les puedo poner de ejemplo la
interrogante de como se dio que en lugares tan apartados como Egipto, Isla de
Pascua, Perú o México, se crearan grandes monumentos de piedra muy relacionados
en cuanto a significado y métodos de construcción.
¿Cómo se produjo la comunicación entre civilizaciones distantes en
tiempo y espacio? ¿Fue pura casualidad o conciencia colectiva?
También ya sabrán hay otras teorías que apuntan a que esas grandes
obras de la ingeniería fueron construidas con ayuda de fuerzas extraterrestres
o que serían un resabio de conocimiento otorgado por una civilización humana
muy evolucionada y antigua, de miles de años, como se manifiesta en el viejo
mito de la Atlántida, que desapareció durante un gran cataclismo sin dejar
rastro.
Si logramos ir desenrrollando la gran madeja de historias orales y
escritas de antiguas civilizaciones seguramente podremos acercarnos más a la
verdad. Cuanto más atrás vayamos en el tiempo, más interesante y rica se vuelve
la historia humana en mitos y leyendas, creo que allí se encuentra la clave de
todo.
Retornando a las inconsistencias de la teoria evolutiva tradicional
les voy a plantear otra interrogante que como bióloga me parece interesante.
Cuando cursé la licenciatura en ciencias biológicas era parte de
nuestra colegiatura el estudio de botánica, evolución, paleontologia, genética,
microbiología, bioquímica, biología celular, virología, biofísica, estadística,
zoología, etc.
De entrada asusta porque es un compendio gigante de información en
temas tan diversos. Se te capacita de esta forma para una comprensión general
del impresionante planeta en el que vivimos.
El mundo cambia radicalmente ante nuestros ojos en cuanto accedemos
a toda esa información. Se vuelve rico en complejidad, en misterios, en
incógnitas.
Todas las especies de la Tierra parecen tener una función
específica, con una gran especialización y con una perfecta interrelación entre
ellas.
Una especie depende de otra, los nichos ecológicos se complementan
o se superponen de manera que nadie se ve perjudicado, se genera así un
maravilloso equilibrio natural desde la base de la cadena alimenticia hasta su
tope. Pero eso no ocurre con nosotros los humanos.
Somos la única especie de la Tierra que no forma parte del
conjunto. No generamos aporte útil alguno al planeta, ni a ninguna especie en
particular, por el contrario, actuamos de forma depredadora, como un virus que
arrasa con todo a su paso, pero hasta los virus tienen su propia auto
regulación y no logran salirse de ese ciclo perfecto de vida y muerte en
equilibrio de este planeta.
El humano rompe con la perfección evolutiva natural de la Tierra.
Nos reproducimos de forma descontrolada, sin auto regulación de las poblaciones
que se expanden sin control diezmando nichos ecológicos ajenos y llevando a
cientos o miles de otras especies a su extinción.
No generamos cambios positivos para el medioambiente y ninguna otra
especie necesita de nuestra presencia. Si desapareciéramos mañana, la Tierra
volvería a tener la majestuosidad de antaño, se frenaría la mayor extinción de
especies de la que se tenga registro en la historia del planeta y la vida
florecería con plenitud y equilibrio.
¿Por qué no somos parte de
tanta perfección?
¿Por qué somos la única especie en la Tierra desconectada de todas
las demás y dañina?
¿Será que realmente no pertenecemos a este planeta y por ello jamás
entramos a formar parte del perfecto ciclo de la naturaleza terrestre?
Mi primera visión de nuestro posible origen extraterrestre no vino
de la moda de observar OVNIS sino que surgió de mi carrera como científica. Y
les aseguro, tengo muchas otras interrogantes como bióloga que no logro
responder.
Algo me dice la historia que nos vendieron no está completa y que
hay grandes errores en ella. Me da fuerza saber que no estoy sola, somos muchos
investigando porque hay hipótesis o historias que realmente no encajan.
Por eso cada tanto viajo a algún lugar importante para la historia
de la humanidad, en vez de sentarme en una playa del Caribe a tomar margaritas
y broncearme como único motivo de vacaciones.
Estar en Machu Picchu, Sacsayhuaman, Ollantaytambo, Valle del
Urubamba, Teotihuacan, Chichen Itza, Uxmal, Isla de Pascua, la Antártida, la
cordillera de los Andes, Tierra del Fuego, entre otros tantos lugares que ya he
visitado o que visitaré si la vida me lo permite, todo eso me ayuda a
conectarme mejor con la conciencia colectiva, con mitos, leyendas, tradiciones
orales y escritas, con la biología de nuestra naturaleza y con recuerdos
guardados y escondidos de este planeta. Se vuelve el viajar en explorar para
aprender, se los recomiendo, de esa clase de experiencia no te olvidas jamás.
De un viaje uno debe volver transformado, con nuevo conocimiento y con una
visión más real del mundo que nos rodea, sino solo se vuelve de pasear, comer y
sacar fotos.
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