sábado, 2 de febrero de 2019

Origen de la vida en la Tierra


Primera imagen de la Tierra capturada desde el espacio el 24 de diciembre de 1968 durante la misión Apolo 8.

¿Nuestro origen podría ser extraterrestre?


Comencemos por el principio de la historia. Cuando me refiero al origen de la vida en la Tierra como de procedencia “extraterrestre” estoy haciendo mención a dos posibilidades muy distintas; una de origen natural y otra de origen artificial.

Una posibilidad sería el surgimiento de la vida en nuestro planeta de manera espontánea, al azar y de origen exógeno, o sea “extraterrestre”. Esto podría ocurrir si moléculas primordiales de otros mundos se vieran expulsadas al espacio exterior debido a eventos planetarios catastróficos. 

Estas moléculas primordiales orgánicas simples o complejas (pudiendo ser también bacterias extremófilas altamente resistentes), recorrerían largas distancias congeladas en el tiempo y el espacio, siendo transportadas en cometas, asteroides o meteoritos. 

Al impactar estas rocas en un planeta con condiciones adecuadas para la proliferación de vida, generarían un linaje biológico nuevo. A esto se le llama “teoría de la panspermia”. Se trataría de una "semilla primordial" transportada por el espacio exterior y capaz de generar vida en un nuevo mundo. 

Hoy es una teoría con muchos seguidores tanto dentro como fuera del ámbito científico, debido más que nada al hallazgo de material biológico en meteoritos que fueron encontrados y analizados en nuestro planeta.

La teoría de la panspermia suplantaría a la vieja teoria de formación terrestre de vida a partir de una “sopa primordial”, la cual sugiere que debido a las condiciones físico químicas reinantes durante la formación de nuestro planeta Tierra, se habrían generado por si solas las primeras moléculas de vida, evolucionando posteriormente a sistemas biológicos cada vez más complejos.

Pero existe otra posibilidad de origen extraterrestre de la vida en la Tierra, una teoría con muchos seguidores en el S XXI, donde se teoriza que nuestra creación no haya sido casual y natural, sino programada a través de una “inseminación planetaria” o “panspermia inducida” realizada por seres inteligentes de otros mundos que quisieron usar al planeta Tierra como un laboratorio.

Quien haya visto la película “Prometeo” recordará su primera y estremecedora escena, donde un ser inteligente de otro mundo se deja morir en un curso de agua aportando las primeras moléculas de vida a un planeta en formación.

Ya sea que dejaron aquí moléculas básicas u organismos más evolucionados, esta teoría apunta a un origen artificial y premeditado. Esto nos genera grandes interrogantes;

¿Quienes fueron nuestros padres biológicos y cual seria el objetivo del experimento?

¿Estamos viviendo dentro de una “cajita de Petri” siendo observados en nuestra evolución por civilizaciones más avanzadas?

¿Será que la especie humana no es natural al planeta Tierra sino una especie diseñada e implantada aquí para su estudio?

Hay muchas personas en el mundo que creen en esta posibilidad, por lo que se han escrito interesantes artículos y libros sobre el tema. Recordar que detrás de este tipo de teorías -muchas suenan descabelladas- no siempre se encuentran delirantes, creadores de sectas, estafadores con ansias de dinero, o ignorantes fantasiosos, sino que también hay mucha gente informada, objetiva, de estudio académico, personas de investigación y de mente racional.

Hay quienes se hacen preguntas difíciles de responder frente a las inconsistencias que surgen al analizar en profundidad la “historia oficial” que nos vendieron hace décadas sobre nuestro origen. Existen varios “eslabones perdidos” sobre nuestro origen terrestre y hasta de nuestra historia como civilización humana que no encajan como deberían como para hacerlo todo creíble e irrefutable.

Cada vez que me entero de una nueva teoría, aunque no sea comprobable aún, o plausible de ser refutada con certeza, no la descarto de entrada debido a que nuestra historia humana nos trae de recuerdo cuando científicos de antaño fueron tratados de locos y de herejes por proponer que la Tierra no era plana sino esférica o que giraba alrededor del Sol. Todo es posible hasta que se demuestre lo contrario.

“La ciencia no es perfecta, con frecuencia se utiliza mal, no es más que una herramienta, pero es la mejor herramienta que tenemos, se corrige a sí misma, esta siempre evolucionando y se puede aplicar a todo. Con esta herramienta conquistamos lo imposible”, Carl Sagan.

Actualmente muchas de las teorías del famoso Albert Einstein son obsoletas debido a que la ciencia y el conocimiento general del universo avanza, otorgando así la posibilidad de responder mejor a viejas y nuevas interrogantes. No por ello Albert Einstein debe ser hoy disminuido de su categoría de genio, todo lo contrario, lo fue y lo será por siempre, porque con un conocimiento limitado en su época en astronomía y física, igual fue capaz de realizar grandes e importantes avances. Abrió nuevas puertas a la investigación para que en el futuro otros científicos como él pudieran corroborar o refutar sus teorías. Así avanza la ciencia, el conocimiento y la humanidad, poniendo todo en duda, derribando viejos paradigmas y construyendo nuevos.

Aquí les vuelvo a mencionar una frase de Alvin Toffler que podrán también encontrar en la introducción de mi blog y que me parece clave en estos tiempos que corren. Alvin Toffler fue un escritor estadounidense doctorado en letras, leyes y ciencia, conocido por sus disertaciones acerca de la revolución digital y de las comunicaciones que dijo una vez; “los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer o escribir, sino los que no puedan aprender, olvidar lo aprendido y aprender de nuevo”.

“En la ciencia suele ocurrir que un científico diga: es un buen argumento, yo estaba equivocado. Se cambia de opinión y desde ese momento no se vuelve a mencionar la antigua posición. Realmente sucede, aunque no con la frecuencia que debería suceder ya que los científicos son humanos y el proceso de cambio siempre es doloroso, pero ocurre cada día. No recuerdo la última vez que algo así pasó en política o religión”, Carl Sagan.

Una aclaración antes de seguir. Cuando hago mención a alguna frase de científico, escritor o filósofo, no quiero decir con esto que estoy plenamente de acuerdo con cada pensamiento o posición de esa persona, simplemente rescato un análisis que me parece indicado para el tema a tratar. 

En mi caso por ejemplo admiro mucho a Carl Sagan, pero en algunos aspectos era como científico demasiado rígido, lo cual es algo tradicional en mi rubro de trabajo. Actualmente por suerte las viejas barreras mentales, emocionales y espirituales están cediendo.

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