03 FEB 2019. masonerialibertaria
En un popular programa de televisión, la heroína convoca espíritus
y realiza hechizos y magia para derrotar a seres demoníacos. En otro programa,
brujas adolescentes usan su magia blanca para vencer a hechiceros y espíritus
malignos.
Este tipo de programas populares tratan con el mundo del ocultismo.
El ocultismo ha prosperado desde el comienzo de la civilización. A lo largo del
Antiguo y el Nuevo Testamento, los profetas de Dios han confrontado el problema
del ocultismo.
El término “ocultismo” está tomado el latín occultus, que significa
‘tapar’, ‘esconder’ o ‘aquellas cosas que son ocultas o secretas’. Una breve
definición de ocultismo es ‘la práctica de lograr conocimiento o poderes
sobrenaturales fuera del Dios de la Biblia’. A través de estas prácticas, los
ocultistas buscan ejercer influencia en circunstancias presentes o futuras, en
la vida de ellos o de otros.
¿Por qué hay tanto interés en el ocultismo? Los expertos señalan
varios factores. El primero es el desencanto con la iglesia y la religión organizada.
El segundo factor es la curiosidad. Hay una atracción hacia el ocultismo que
apela a nuestro interés en lo invisible. Muchos comienzan con un juego
“inofensivo”, pero esto suele llevar a más.
Tercero, hay una búsqueda de poder.
Las personas quieren tener control sobre el futuro, los espíritus o sobre otras
personas.
Hay tres categorías principales del mundo del ocultismo: la
adivinación, la magia y el espiritismo. La adivinación es un intento de
predecir el futuro y, con él, moldear nuestra vida en consecuencia. Las artes
de adivinación incluyen la astrología, el zodíaco, las bolas de cristal, las
cartas de tarot, la quiromancia, los médium, la numerología y los horóscopos.
La segunda categoría es la magia, o paganismo. Los que están en la
magia intentan controlar el presente mediante ceremonias, sortilegios y
hechizos. Las artes mágicas incluyen la hechicería, la magia blanca, la
brujería, el satanismo, las misas negras y los hechiceros.
Luego tenemos el espiritismo. Los que están involucrados en el
espiritismo intentan comunicarse con los muertos y recibir información o ayuda
de ellos. El espiritismo involucra las tablas guija, sesiones de espiritismo,
necromancia y fantasmas.
El mundo del ocultismo no solo trae un mensaje falso, sino un
mensaje peligroso también. Las experiencias con el ocultismo nos alejan de Dios
y nos ponen en contacto con el mundo de los demonios. Jesús dijo que el diablo
es “mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44).
Al tratar con lo demoníaco, uno
no puede esperar tratar con la verdad. El demonio y su legión solo intentan
“robar, matar y destruir” (Juan 10:10). Por esta razón, Deuteronomio 18 dice
que las prácticas de la hechicería, brujería, adivinación y necromancia son
detestables para el Señor.
Fueron estas prácticas que atrajeron juicio sobre
los cananeos y los expulsó de la tierra. Dios no quería que estas enseñanzas
infiltraran ninguna cultura. La iglesia debe no solo presentar el peligro del
ocultismo, sino el mensaje de vida y victoria que se encuentra en Jesucristo
sobre los principados de las tinieblas.
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