El origen de las Creencias limitantes
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Nuestros sentimientos, nuestra manera de actuar, están
contaminados por un gran material de pensamientos inconscientes, algunos buenos
y otros no tanto, que hemos adquirido a lo largo de nuestra existencia (si,
digo existencia). Muchos de esos pensamientos no son útiles para nosotros y la
realización de nuestras metas, no están alineados con el tipo de vida que
deseamos vivir o nos impiden mostrarnos y expresarnos como somos en realidad,
pero no somos conscientes de ellos y los aceptamos como algo nuestro, algo que
creemos que “somos nosotros”.
El momento presente puede mostrar reflejados de forma
subconsciente o inconsciente, esos recuerdos reprimidos en la gran cueva de la
mente. Recuerdos colectivos que nos conectan a viejos paradigmas, patrones de
comportamiento considerados como “políticamente correctos”, cargas emocionales
acumuladas de experiencias vividas en un tiempo pasado, ideas y formas de
pensar que han sido transmitidas generación tras generación por nuestros
ancestros y con las que nos sentimos comprometidos o vinculados. Lo que nos han
enseñado desde la infancia, lo que hemos visto durante toda nuestra vida, lo
que hemos escuchado o vivido, ha ido creando un archivo de información en
nuestro subconsciente e inconsciente que está a la espera de brotar al exterior
a la mínima oportunidad que tenga.
Pero vamos a averiguar la diferencia de estos departamentos
de la mente que llamamos: Mente consciente, Mente Subconsciente y Mente
Inconsciente.
La Mente Consciente es la que conocemos más cercanamente. A
través de ella adquirimos conocimientos y es la mente lógica y racional que nos
lleva a la reflexión y con la que desarrollamos nuestra inteligencia. Con ella
prestamos atención a lo que estamos viviendo, a nuestras acciones e incluso la
utilizamos para conscientemente ir a buscar algún recuerdo o información
almacenada en nuestras memorias.
Nuestro cerebro es una grabadora, y la mente consciente
accede a él para hacer uso de esas grabaciones que llamamos recuerdos.
Lo que deberíamos desarrollar es el uso de la mente
consciente en todo lo que hacemos, ya que es la manera de poder almacenar de
forma correcta esa memorias que grabamos en nuestro cerebro. Es decir, cuando
tenemos una experiencia agradable, si le ponemos consciencia, esa información
lleva consigo toda la información, reflexión, sentimiento o emoción,
vinculándolo todo de manera que al encontrarnos de nuevo en una nueva situación
similar, esa información será volcada, pudiendo de forma lógica y racional
valorar e interpretar si deseamos repetir esa experiencia, sus pros o contras y
dándonos la oportunidad de discernir y escoger libremente.
Cuando una experiencia (ya sea algo que vemos, oímos o
experimentamos) la vivimos sin ponerle consciencia o sin llevarla a la mente
consciente, lo que sucede es que la experiencia queda vinculada a la respuesta
emocional que ha generado y se almacena directamente en la mente Subconsciente.
En el subconsciente se almacena la información de aquellas cosas que hemos
aceptado en nosotros sin cuestionar ni discernir, sin poner raciocinio o
lógica. Simplemente la hemos aceptado sin más.
Las experiencias que vivimos como con “el piloto automático”,
por inercia, o que experimentamos simplemente porque sí, sin grabar la
información en el cerebro a través de la conciencia, se almacenan en el
Subconsciente. Sean experiencias positivas o negativas para nosotros, cuando
nos veamos en una situación similar, la emoción vinculada que hemos registrado
de esa experiencia, su información, saldrá a relucir produciendo una respuesta
en nosotros.
Es decir, una persona que en su casa, por ejemplo, sea
testigo de una mala relación entre su padre y madre, pero que no le ponga
consciencia en hacer una reflexión de por qué sucede esto etc. si lo vive como
algo que normal allí, lo colocará en su subconsciente como una información que
hace referencia a lo que es el concepto del matrimonio; el día que esta persona
tenga la oportunidad de iniciar una relación, simplemente la vivirá con el
concepto que registró como válido en su vida, o bien aceptando que el
matrimonio es una relación de desencuentros entre dos personas, o bien
eludiendo la relación si esta va vinculada a emociones que quizás le generó de
malestar o miedo. No se cuestionará si todas las relaciones son así, o el caso
particular de sus padres llevó a una mala relación pero no es el caso de todas
las parejas, simplemente acepta lo que está registrado en su subconsciente,
actuando de forma automática con lo que genera esa información.
La mente subconsciente va fortaleciendo las conexiones que se
han generado con esas experiencias, haciendo de ellas verdaderas creencias en
nosotros. Actuando desde ellas en nuestra vida cotidiana, sin plantearnos ni
siquiera, si esa creencia nos es válida y beneficiosa o no.
La mente subconsciente, al igual que la consciente, tiene
acceso a nuestros recuerdos y memorias almacenadas en el cerebro. Cada vez que
vivimos, oímos, hablamos de algún tema que tiene algo que ver con un recuerdo
almacenado, nuestro subconsciente nos conecta directamente con ese recuerdo o
memoria grabada a través de un atajo de comunicación tan rápido y sutil, que
nos es imposible ser conscientes de ello.
Todo nuestro mundo gira alrededor de acceder a nosotros a
través de nuestra mente subconsciente, de manera que sintamos ese impulso de
actuar de una manera determinada, comprar o desear algo. La televisión y otros
medios es una manera de introducirnos información de forma directa a nuestro
subconsciente, la vemos sin poner consciencia, aceptando como bueno toda la
información que se da, sin cuestionar, sin debatir, sólo aceptando información
que muchas veces, no es más que basura emocional o mental.
La mente Inconsciente también es importante en cuando a
creencias, nos lleva un poco más a la profundidad de la mente. Allí están
enterradas las memorias más ancestrales del ser humano. Es decir, la mente
inconsciente es la más primitiva de todas. Guarda la información de las
experiencias vividas de la especie misma. Es la encargada de gestionar nuestras
funciones fisiológicas como comer, respirar. Es la que nos hace actuar de forma
instintiva como cuando creemos correr algún peligro y nos cubrimos, apartamos o
cerramos los ojos.
Nos hace sentir placer o dolor. Es la mente más compleja de
todas, es la mente que de forma instintiva intenta siempre mantenernos en
nuestra zona de confort. Cuando nos planteemos un cambio de forma consciente,
esta parte de la mente inconsciente es esa vocecita que te hará dudar y creará
miedos, basados muchas veces con razonamientos del subconsciente, para evitar
ese cambio.
En la mente inconsciente se encuentra la información genética
y es la encargada de consolidar las memorias que registramos a largo plazo,
fijaros que digo, todo lo que la mente consciente y subconsciente registra y
acepta en ella, es gestionado y consolidado por la mente inconsciente para que
esté disponible a nosotros ahora y siempre, cuando digo siempre hago referencia
a esta vida y otras vidas…
Por lo tanto es muy importante y necesario localizar y
cambiar esas creencias que nos limitan, que no provienen de nuestra voluntad y
sustituirlas por otras que de forma conscientes creamos que nos son útiles en
el camino que hemos decidido recorrer.
En el momento en que tomemos el control absoluto de nuestra
mente subconsciente e inconsciente, podremos lograr el verdadero cambio y tomar
las riendas de nuestra vida, de lo contrario, las memorias acumuladas de forma
incontrolada, se extenderán a nuestro futuro, condicionando nuestra verdadera voluntad.
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