Cómo podemos transformar nuestra realidad
24 ENE 2019
¿Has oído hablar de la mente cuántica? En la interpretación
de todo lo que te sucede, ya sea en el exterior o en tu interior, influyen las
creencias que se encuentran arraigadas en tu subconsciente. Por otro lado,
muchas de estas creencias son erróneas y nos llevan a pensamientos, emociones y
comportamientos que constituyen fuentes de bloqueo y sufrimiento.
Piensa que todos tenemos el poder de transformar nuestra
realidad e incluso de elegir las ilusiones que alimentamos. Pero para llegar a
esto, antes es necesario que comprendas qué es la mente cuántica. Todos los
seres vivos y todo lo que tenemos a nuestro alrededor -lo que creemos que es la
realidad- está formado por átomos. Átomos cuyo interior es en gran parte vacío.
Además, para entender este artículo piensa en lo siguiente:
en tu vida todo lo físico no se compone de materia, sino de campos energéticos
o de patrones de frecuencia de información.
Nuestra mente es una mente cuántica
La materia es más “nada” (energía) que “algo” (partículas).
La vieja escuela creía que los electrones orbitaban alrededor del núcleo como
los planetas orbitan alrededor del sol. La nueva escuela nos dice que el átomo
se compone de un 99,99999 por ciento de energía y de un 00,00001 por ciento de
materia. En forma de proporción, eso es casi nada.
Los físicos cuánticos descubrieron que la persona que está
observando las infinitesimales partículas del átomo afecta la conducta de la
energía y la materia. Los experimentos cuánticos demostraron que los electrones
existen como una infinidad de posibilidades o probabilidades en un campo
invisible de energía.
Pero solo cuando el observador se fija en cualquier
localización de un electrón, es cuando aparece ese electrón. En suma, una
partícula no puede manifestarse en la realidad, es decir, en el espacio-tiempo
tal como nosotros lo conocemos hasta que es observada. Entonces, cuando el
observador “busca” un electrón hay un punto concreto en el espacio y el tiempo en
el que todas las posibilidades del electrón se colapsan en un suceso físico.
Con este descubrimiento, mente y materia ya no pueden seguir
considerándose de manera separada; están intrínsecamente ligadas, porque la
mente subjetiva ejerce cambios perceptibles en el mundo físico objetivo:
hablamos de una mente cuántica.
Piensa que, si a nivel subatómico la energía responde a tu
atención y se convierte en materia, ¿cómo cambiaría tu vida si aprendieras a
dirigir el efecto observador y a colapsar infinitas ondas de probabilidad en la
realidad que deseas? ¿Serías un mejor observador de vida que deseas vivir?
El poder de nuestra mente cuántica: pensamientos y
sentimientos, Por naturaleza, todo lo que existe en el universo físico está
hecho de partículas subatómicas como los electrones. Estas partículas están en
un estado de onda (energía, recuerda que es el 99,99999%) mientras no son
observadas. Potencialmente son “todo” y “nada” hasta que las observan. Existen
por todas partes y en ningún lugar hasta que son observadas.
Por lo tanto, todo lo que existe en nuestra realidad física
existe como puro potencial. Si las partículas subatómicas pueden existir de
forma simultánea en una infinidad de posibles lugares, somos en potencia
capaces de colapsar en una infinidad de posibles realidades.
Es decir, si puedes imaginar un acontecimiento futuro en tu
vida basándote en deseos tuyos, esta realidad ya existe como posibilidad en el
campo cuántico esperando a que la observes. Si tu mente cuántica es capaz de
influir en la aparición de un electrón, en teoría también puede influir en la
aparición de cualquier posibilidad.
El pensamiento y la mente cuántica
Nuestros pensamientos y sentimientos no son una excepción en
todo esto. Tanto los pensamientos como los sentimientos tienen una señal
electromagnética. Nuestros pensamientos envían una señal eléctrica al campo
cuántico. Así nuestros sentimientos tendrían el poder de “atraer
magnéticamente” situaciones en la vida.
Al unirse, lo que pensamos y lo que sentimos produce un estado
del ser que genera una huella electromagnética, que a su vez influye en cada
átomo de nuestro mundo. Ese hecho hace que nos preguntemos: ¿Qué estoy
transmitiendo (de manera consciente o inconsciente) en la vida cotidiana?
Todas las experiencias existen en potencia como improntas
electromagnéticas en el campo cuántico.
Hay una infinidad de posibles huellas electromagnéticas (de
genialidad, riqueza, libertad, salud…) que ya existen como un patrón de
frecuencia de energía.
Si al cambiar tu estado del ser (es decir, cambiar tus
creencias, emociones y comportamientos) crearas un nuevo campo electromagnético
que coincidiera con este potencial en el campo cuántico de la información, ¿es
posible que te toparas con esta situación al ser atraído por ella o que la
situación te encontrara a ti? Todo indica que es una hipótesis probable en
función de los conocimientos de física con los que contamos.
Pero para que esto ocurra, has de hacer conscientes todas
aquellas creencias que están en el subconsciente y que te provocan bloqueos.
Por ejemplo, tú conscientemente quieres tener dinero pero tu mente
subconsciente da la contraorden: de pequeño viste y escuchaste que el dinero es
muy difícil de conseguir y que las personas ricas son prepotentes.
Esta señal es la que tu mente subconsciente manda al campo
cuántico, y por eso no atraes dinero a tu vida. Habría que desbloquear este
tipo de creencias porque el cambio requiere coherencia.
El principio de coherencia
La coherencia empieza alineando los pensamientos y los sentimientos.
¿Cuántas veces has intentado crear algo, creyendo en tu mente cuántica que lo
lograrías, mientras tu corazón te decía lo contrario? ¿Qué resultado produjo
aquella señal incoherente que estabas enviando?
Las ondas de una señal son mucho más potentes cuando son
coherentes, y lo mismo ocurre cuando tus pensamientos están alineados con tus
sentimientos. Cuando tus pensamientos claros y centrados en tu objetivo van
acompañados de una apasionada implicación emocional, transmites una señal
electromagnética más potente que te atrae hacia una posible realidad que
coincide con la que tú deseas.
A lo mejor quieres abundancia en tu vida, tienes pensamientos
de ser rico, pero si te sientes pobre, y siguiendo las hipótesis que estamos
exponiendo, no vas a atraer la abundancia en tu vida. ¿Por qué no? Porque los
pensamientos son el lenguaje del cerebro, y los sentimientos el lenguaje del
cuerpo.
Estás pensando una cosa y sintiendo otra totalmente distinta.
Y cuando no existe esa coherencia, el campo tampoco responde de forma
coherente. Piensa que en ti hay un enorme poder para crear la realidad en la
que habitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario