viernes, 25 de enero de 2019

“La Aventura Índigo-Cristal”


AURAS DORADAS, ÁNGELES HUMANOS Y CONCIENCIA MULTIDIMENSIONAL

Los Niños Índigo y Cristal que vienen a este planeta son conocidos como Niños de las Estrellas. A menudo, ello se debe a que cada vez hay más de sus almas en las estrellas, almas que todavía no se han encarnado con anterioridad en la Tierra. Vienen en equipo en este tiempo con la misión especial de asistir a la Tierra y a sus habitantes en su transición y renacimiento como una Nueva Tierra dimensionalmente superior.

Pero mientras que estos seres parecen humanos corrientes, de hecho tienen acceso a un rango que supera el potencial humano. Están más abiertos a quienes son, más cercanos al reconocimiento de su esencia y orígenes divinos.

Los niños índigo nacen en el rayo álmico índigo de la encarnación y la evolución. Esto significa que tienen acceso a los dones de la clarividencia y la sanación. También son capaces de acceder a lo que podríamos denominar la cuarta y quinta dimensiones de la conciencia, mientras que la mayor parte de los humanos sólo pueden acceder a las dimensiones tercera y cuarta. 

Este acceso a las dimensiones superiores junto con los dones del rayo álmico índigo, hace que los índigos sean de manera natural más inteligentes, sensibles y clarividentes. También son creativos y con frecuencia son capaces de acceder a sus cerebros derecho e izquierdo con facilidad, lo que les hace artísticamente dotados, pero también aventureros y tecnológicamente competentes.

Por otro lado, los niños cristal nacen en su mayoría en el Rayo Dorado de la encarnación y la evolución. Nacen en la sexta dimensión de la conciencia, con el potencial de abrirse con rapidez al nivel de la novena dimensión de la Plena Conciencia Crística, para pasar desde allí posteriormente a la decimotercera dimensión que representa la Conciencia Universal.

Estos dones y habilidades hacen a los seres cristal inmensamente poderosos y creativos. Muchos de ellos son portadores de los rayos dorado-magenta, lo que los hace maestros de la creación, especialmente con luz y sonido. 

Esto se manifiesta en el plano terrestre como creatividad musical y artística. Además, los que llevan el rayo índigo-plata tienen los dones de las madres y diosas del planeta, siendo portadores de la vibración femenina del cuidado y la sanación. Por otro lado, los del rayo rojo-dorado llevan la vibración masculina de la manifestación y con frecuencia son los líderes en su sentido más activo.

El futuro niño cristal será conocido como ser cristal arcoiris. Es el Ser Humano Universal plenamente desarrollado de la Decimotercera Dimensión, capaz de llevar y de transmitir todos los rayos de la encarnación y de la evolución en su campo vibratorio. Ya hay seres cristal arcoiris en el planeta Tierra, pero todavía les falta abrirse a su pleno potencial.

Para las personas comunes, lo que resulta excitante de estos desarrollos evolutivos es que los seres índigo y Cristal traigan estas vibraciones al planeta para compartirlas con los demás. Con su sola presencia, ayudan a que los demás entren en esas vibraciones nuevas y además se abran a su pleno potencial. 

El regalo índigo–cristal al planeta es el regalo de la evolución y del acceso a nuestro pleno potencial, regalo que hacen a cada uno de los seres humanos que hoy habitan el planeta, si ellos así lo eligen.

Hasta aquí, muchas personas que están permitiendo que se produzca este cambio o transición en sus propios campos áuricos, han sustituido su estado de conciencia tridimensional original por el índigo y, posteriormente, el cristal, gracias a la ayuda de los niños, que sostienen la vibración. 

Estos adultos ya son capaces de sostener el rayo Dorado de la evolución en sus ocho chakras, y están ayudando a implantar la matriz para la creación de la Nueva Tierra. Esta luz dorada pulsátil puede ser vista claramente en sus auras por los que poseen clarividencia y habilidad para percibir colores áuricos.





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